miércoles, 3 de diciembre de 2014

Cinco escariegos en Madeira (2ª parte)

Continuamos con la crónica del viaje barranquista a Madeira...


12 DE NOVIEMBRE

Este miércoles abordamos un cañón al que le teníamos muchas ganas, ya que nos habían hablado muy bien de él: la Ribeira do Seixal. En nuestro caso el tramo inferior.

Amanece de buen día en Seixal.

Después de los días precedentes de lloviznas intermitentes, en esta jornada gozamos de tiempo estable y soleado, y a pesar de las lluvias confiamos en que el caudal del Seixal no será muy distinto del que vimos dos días antes, a juzgar por el volumen de agua que vierten el João Delgado y los cañones del Ribeiro do Lombo, que podemos observar desde la terraza de casa.

El coche, indigestado de material de barrancos...

Madrugamos, desayunamos con calma, y cogemos carretera hacia la cercana piscifactoría de Chão da Ribeira, donde dejamos el coche.

El equipo al completo en Chão da Ribeira.
Desde la 'piscicultura' emprendemos un camino ya conocido, remontando el valle del Seixal para seguir después por la vereda de Lombo Barbinhas. Algunos nos entretuvimos en contar los escalones de la vereda: 1180 si echamos bien la cuenta. Fuimos ligeros de paso y llegamos a la levada de Seixal en menos tiempo que en la jornada anterior. La aproximación prosigue por la levada, que corta los cañones de Folhado, Hortelã, y finalmente Seixal, colector principal de esta abrupta cuenca.



Bonita aproximación al cañón.

El barranco en sí comienza con un tramo horizontal con grandes bloques, en una garganta profunda pero amplia, que da paso a una serie de pequeños rápeles que poco a poco van encajando aún más el cañón, con algún rincón de una belleza excepcional. El cauce se estrecha definitivamente en una gorga que encadena dos bonitas cascadas, y en la que el color rojo de la aquí llamada roca 'cerro' da un encanto especial al lugar. A continuación la zona más vertical del descenso, que encadena otras dos cascadas de 38 + 23 m, fraccionada la primera. El fraccionamiento era bajo una cortina de agua, y Río -que lo instaló y que revisó allí el paso de los primeros- papó bastante frío y bajó casi teleñeco.
Aún nos esperaba un largo tramo sin dificultades y un encajamiento final con algunos rápeles para llegar a la confluencia con el Hortelã y a terreno ya conocido.
















La pifia del día fue de un servidor, que dejó fondear una saca con una cuerda de 70 m. en una de las pozas iniciales. Zaida y Río bucearon por ella; y al menda le tocó pagar las cervezas del día.


Bucendo por la saca fondeada.

Más fotos de este descenso en el blog 'Foces y Beyos' pinchando aquí.

Y un par de vídeos (sin editar):




Poco después y tras casi siete horas de actividad llegábamos de nuevo al coche en Chão da Ribeira. Bajamos a Seixal a tomar unas cervezas, y después hasta São Vicente para comer algo antes de retirarnos a nuestra base de operaciones y dar por concluida la jornada.


13 DE NOVIEMBRE

Este día, jueves, tenemos planificado un cañón en otra zona distinta (pero próxima), el Ribeira do Passo en su tramo inferior. Otro de los clásicos de la isla.

Ha llovido durante la noche, y llueve por la mañana. Nos levantamos temprano, desayunamos, y realizamos un segundo desayuno en São Vicente. Después, ya en coche, por la carretera de Ginjas hasta la entrada del Parque Empresarial de São Vicente, donde estacionamos.
Continuamos en ascenso a pie por un corto tramo hasta alcanzar la levada da Fajã do Rodrigues, y ya por la levada -atravesando con ella algunos túneles excavados en el seno de la montaña- hasta la cabecera del barranco. Hubo quien se dedicó a pescar truchas en la levada, a la que finalmente fueron devueltas...

Terminando de preparar el equipo.

'Truta' pescada a mano en la levada e indultada de convertirse en cena.

En contra de lo que esperábamos, la levada no restaba agua al cañón sino que estaba abierta hacia él, y nos encontramos un caudal más alto del que contábamos, aunque sin llegar a ser problemático.

Levada abierta hacia el cañón.

El descenso comienza con un rápel desde la levada, seguido de un tramo en el que el cañón se va encajonando progresivamente en una serie de pequeños rápeles sucesivos, zona en la que el barranco toma carácter. Tras una cascada con un largo pasamanos con puntos intermedios, tenemos otra cascada que nos deja en la marmita colgada que forma la cabecera de la siguiente vertical, de 55 m. Esta es la mayor cascada del descenso, con pasamanos de acceso y fraccionada. El caudal impresiona y pega con fuerza durante el último tramo del rápel. De inmediato, tras la badina de recepción, otra cascada, y poco más allá el último rápel realmente obligado, con cueva 'sorpresa' a media cascada.
En este punto del barranco decidimos hacer una parada para picar algo, echar un cigarrillo los que tenemos el vicio, y comentar el descenso. Y lo cierto es que superadas estas cascadas el barranco pierde interés y configuración, siendo todos los rápeles restantes evitables o destrepables.


  












Más fotos de este descenso en el blog 'Foces y Beyos' pinchando aquí.

Y un vídeo del descenso (sin editar):


La salida se efectúa por la levada de Lanço hasta alcanzar la carretera. Una vez en la carretera quedaban por ella algo más de 200 m. de desnivel para llegar al coche. Victoria, Río y yo quedamos abajo con el material, y Zaida y Julio suben a por el coche.

Salida por la levada de Lanço.

Vistas hacia el cañón desde la carretera.

Una vez recogido el equipo bajamos hasta São Vicente, donde degustamos una tardía comida y unas merecidas cervezas antes de emprender el regreso hacia Seixal.

Hay que mencionar que las previsiones meteorológicas se torcían para los siguientes días, con precipitaciones elevadas para el domingo. Dadas así las cosas nos pareció necesario reorganizar el planing, asignando los días de descanso a aquellos días de peor previsión, y desistiendo de realizar los dos descensos de más dificultad que nos esperaban: la Ribeira do Vimieiro, y el Córrego da Beira do Lombo Queimado (conocido también como Jungle Rain Canyon).
Por otra parte, estábamos a jueves, y si queríamos solicitar un cambio en los permisos a la Dirección de Florestas deberíamos hacerlo al día siguiente a primera hora (y confiar que tuvieran a bien contestarnos en el día). Así pues, cambiamos los planes y reestructuramos nuestro calendario, empezando por la actividad que teníamos planificada para el día siguiente que finalmente sería un barranco corto y sencillo que permitiera a parte del equipo un cierto 'descanso activo'.


14 DE NOVIEMBRE

Así pues, a primera hora del viernes enviamos por email la solicitud para cambiar los permisos de los días siguientes. Desayunamos con calma y decidimos mirar dónde está el lugar para el coche de salida de la Ribeira do Inferno, actividad que realizaremos al día siguiente y en la que no deseamos tener pérdidas de tiempo.

Salida del cañón de la Ribeira do Inferno.

Hoy vamos sin prisas, y todavía nos tomamos un segundo desayuno en São Vicente (ya se iba volviendo costumbre) antes de encaminarnos nuevamente hacia Chão da Ribeira, donde llueve con cierta intensidad. El barranco elegido finalmente para este día fue la Ribeira Pé das Voltas (o das Voltas da Matilde), a priori de menor dificultad e interés que los realizados en los días anteriores.

Esta vez el acceso se realiza a través del 'Caminho das Voltas', ni tan largo ni tan pindio como el Lombo Barbinhas, pero de parecida configuración y discurriendo por un entorno semejante de laurisilva, a través de unos bosques de precioso paisaje y fantásticos laureles, tilos y enormes brezos. Llegamos sin pérdidas a la cabecera y la lluvia nos dio una tregua; hasta un sol esquivo se nos mostró por un ratito.

Inicio del caminho das voltas.

El barranco en sí está conformado por poco más de una decena de rápeles, siendo la mayor cascada de 30 m. y cómodamente fraccionada. No está especialmente configurado y sólo se encaja puntualmente, pero su descenso no desmerece gracias al excepcional entorno por el que discurre el cauce. Fue el barranco que menos nos gustó de cuantos hicimos en Madeira, aunque -todo es relativo- coincidimos en que de tenerlo en Asturies ya lo habríamos repetido en más de una ocasión. Además, el descenso cumplió a la perfección con lo planificado: tomarnos un descanso sin dejar de barranquear.












Más fotos de este descenso en el blog 'Foces y Beyos' pinchando aquí.

Y un vídeo del barranco (sin editar):



El regreso hasta el coche se realiza por el mismo camino de la ida, y ya una vez cambiados, tomamos unas 'coral' allí mismo, en Chão da Ribeira. Las cervezas nos sentaron de lujo. A alguno hasta le creció el pelo.

Momento 'heavy metal'.

Un día más nos dirigimos a São Vicente para comer, donde nos facilitan el número de teléfono de un taxista que nos podría hacer la combinación de vehículos para el Inferno al día siguiente. Tras hablarlo decidimos optar por el taxi y no desplazarnos a Funchal a por un segundo coche de alquiler, que era como inicialmente lo habíamos planeado.

Cascada Água d'Alto, a la salida de São Vicente.

Una vez ya en Seixal comprobamos que hemos recibido la respuesta de la Dirección de Florestas, que nos envían los nuevos permisos ¡tan sólo cuatro horas después de haberlos solicitado! Igualito que en nuestro país, como se puede comprobar...
Sin embargo, ningún taxista atiende las llamadas al número que nos dieron en São Vicente...


(CONTINUARÁ...)

1 comentario:

fFrancisco Sancho dijo...

Hola, buscando por la red he tenido la suerte de caer en vuestra página. La semana que viene vamos a Madeira y tenemos intención entre otros de hacer los cañones de Hortelá inferior y Seixal inferior. He visto que vosotros los hicistéis, Os estariamos muy agradecidos si nos pudieráis detallar las aproximaciones. Muchas gracias y un saludo desde Madrid quedando a vuestra disposición para cualquier consulta que sepamos responder de escalada, barrancos o bici de montaña por la zona. Mi correo es: francisco.sancho@educa.madrid.org